Falta de lípidos y deshidratación

La piel seca es una condición común de la piel en la que la esta se vuelve al tacto áspera, puede presentar picazón y tener incluso escamas, se observa con mayor frecuencia en el rostro, brazos, piernas y torso.

Cuando es presentada en rostro y no se tiene una rutina del cuidado de la piel acorde a ello aumentan las probabilidades de padecer lineas de expresión y arrugas finas, como signos de envejecimiento prematuro.

Normalmente, nuestra piel produce aceites naturales que ayudan a mantenerla hidratada y protegida, sin embargo, cuando la piel seca es una condición genética o detonada, la piel no puede producir suficiente de estos aceites naturales o los pierde demasiado rápido, lo que provoca una pérdida de humedad y una barrera cutánea comprometida, esto puede ser causado por una variedad de factores, que incluyen la genética, edad, condiciones climáticas, exposición frecuente al agua caliente o productos químicos agresivos y ciertas condiciones médicas.

La piel seca puede ser incómoda y antiestética y, en casos graves, puede provocar grietas y sangrado, el tratamiento para la piel seca suele implicar la hidratación regular con productos suaves y sin fragancia, evitando las duchas calientes prolongadas y protegiendo la piel de las inclemencias del tiempo, en algunos casos, un profesional puede recomendar cremas, tónicos y sueros para ayudar a controlar la afección y volver la piel mas turgente.